Todos los estafados acudieron a la policía a exigir los 3,875 pesos que supuestamente habían pagado a Manuel Montero Cedeño, para pertenecer a la fundación Plan Familiar de Paz.
Las facilidades para reparar viviendas, instalar negocios, comprar enseres del hogar, motores, vehículos, así como cubrir gastos médicos, resultaron una tentación para toda la comunidad, de la que muchos de sus miembros dicen sentirse defraudados.
Supuestamente Manuel Montero Cedeño afirmaba que era hermano de la Primera Dama y Pastor Evangélico.
La familiaridad con la Primera Dama fue descartada y según las autoridades quien se vendía como cristiano cuenta con numerosas fichas. Por el momento, no se han dictado medidas de coerción en su contra.